martes, 25 de marzo de 2008

EL CAMPO DE PIE

Después de soportar con paciencia y abnegación durante casi cinco años las reiteradas ofensas del gobierno, nuestro hombre de campo dijo basta y se puso de pie.

Esto va mucho más allá de un tema económico, las retenciones confiscatorias propias de un país socialista fue “la gota que rebalsó el vaso”. El campo nada hubiera reclamado si las retenciones hubieran ido al pueblo y no al bolsillo de los Kirchner, los Fernández, De Vido y Cia.

Esta lucha, que se formó en las bases y se hizo insostenible para el gobierno, movilizó a la dirigencia rural -que no puede ya dar marcha atrás- y van por más, es decir, por una verdadera reforma agraria y principalmente, por recuperar la dignidad del campo.

El gobierno, como es su “mala” costumbre, pretende enfrentar su “nuevo enemigo rural” a la población en general, hablando de piquetes y cortes de rutas, pero esta vez no funciono su plan ya que el gobierno omitió que la característica principal de nuestro hombre es el respeto y la prudencia y así hizo presente su reclamo, manifestando sin banderías políticas, en paz y permitiendo el libre tránsito para la población en general.

Pero también omite o desconoce el gobierno otra de las características del hombre de campo y es su determinación y su valor. Les envía a la Gendarmería con ordenes directas de reprimir y como otra de sus “malas costumbres” a de D ‘Elia y Moyano como fuerza de choque, no teniendo la precaución que, si al campo esta lucha le cuesta un solo hombre, al gobierno le costará su mandato.




Guillermo Madero Marenco

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